3 min

ARCILLA: EL ESPÍRITU DE LOS AUTOMÓVILES MODERNOS

dfv
dfv

Estamos ya bien establecidos en el siglo XXI. Vivimos la era de las súper computadoras que caben en la palma de nuestra mano, de los softwares de diseño más prácticos y automatizados, de las impresoras 3D y de la realidad virtual más realista. Sin embargo, una técnica sigue siendo la reina en cuanto a diseño de automóviles se refiere: el modelado de arcilla a mano.

Desde finales de los años 20 del siglo pasado hasta la actualidad, pequeños grupos de modeladores se reúnen en torno a modelos automotrices hechos de arcilla para darle forma, literalmente, al futuro de la industria. Su actividad es una tendencia que comenzó con el legendario Harley Earl, estilista de General Motors de 1920 hasta finales de los años 50, quien desde siempre visualizó a los automóviles como piezas artísticas, más que como productos utilitarios de producción masiva. Para él, la arcilla era la única forma en que podía transmitir a sus clientes todas las sensaciones que se desprendían de un nuevo automóvil. Ni los esquemas ni los sketches eran suficientes.

¿Pero por qué arcilla? Los diseñadores modernos tienen la respuesta, pero ésta no difiere de la que tendría Earl: “Para mí es como comparar un bolígrafo con un lápiz: éste te permite hacer cambios, igual que la arcilla”, dice a la BBC Joe Dehner, Líder de diseño para Ram y Mopar en Fiat Chrysler. Por su parte, Lloyd VandenBrink, manager de modelado en Ford, dice que es fácil de cambiar, que desata la creatividad y que es una herramienta colaborativa, porque todo el mundo puede acercarse y opinar sobre el modelo en 3D.

Para realizar sus modelos, los involucrados usan una mezcla de arcilla con ceras y pequeñas cuentas de vidrio, aunque la fórmula suele variar de compañía a compañía. Una vez que esta mezcla está lista (anualmente, Ford utiliza alrededor de 100 toneladas de ella), se unta a un modelo automotriz previamente realizado, el cual es básicamente una estructura de aluminio ligero y algunas otras partes removibles.

El proceso de modelado dura aproximadamente un año. A lo largo de este tiempo, se realizan modelos a computadora, se seleccionan algunos para materializarlos con arcilla en una escala 4:10 y posteriormente de ahí salen unos pocos que son los que se modelarán 1:1 para que los diseñadores trabajen sobre una escala real, ya que sólo así pueden materializar su trabajo y trabajar colectivamente para crear el mejor modelo que, posteriormente, saldrá a la venta.

Una vez que el modelo de arcilla queda listo, todo se recubre con una película de modelado estirable (conocida como “Kleenex”) que imita la apariencia de una superficie pintada. Aún en este momento es posible hacer cambios en la arcilla, pero la idea es que éste sea el último paso antes de exhibir el modelo a ejecutivos, accionistas y hasta al público en general.

Con la llegada de la realidad virtual y la impresión 3D, muchos han predicho el fin del modelado automotriz en arcilla, pero la realidad, dicha por ingenieros de todo el mundo, es que hoy no existe ninguna otra técnica que permita tanta versatilidad y desate tanto la creatividad.