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LA TECNOLOGÍA QUE CREÓ EL EDIFICIO MÁS OSCURO DEL MUNDO

Las soluciones aplicadas en la arquitectura han permitido a través de los años construir edificios de un alto nivel técnico y estético, no por nada esta ciencia se encuentra dentro de las Bellas Artes. Resulta más impresionante aún cuando diferentes disciplinas se combinan para crear estructuras fuera de lo común.

En la provincia de PyeongChang, Corea del Sur, fue construido el Pabellón Vantablack, la estructura más oscura de la Tierra. Sus dimensiones son de 10 metros de alto por 35 de largo y está cubierta no con cualquier pintura, sino con un material llamado de igual forma: Vantablack Vbx.

La obra pertenece al artista londinense Asif Khan, quien para lograr este efecto, roció la estructura con el material, también llamado “súper negro”, el cual absorbe el 99% de la luz que lo impacta y es hasta ahora la sustancia con la tonalidad más parecida a la oscuridad absoluta.

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Foto y foto de portada: Luke Hayes/Hyundai

Este pabellón cuenta con miles de pequeñas luces blancas repartidas en la oscuridad de la fachada. El propósito fue convertir a este edificio en una ventana al espacio exterior, el cual, una vez terminado, cumplió su objetivo; existen los edificios pintados de negro, pero éste parece como si hubieran cortado un trozo del planeta y hubiera un hueco lleno de estrellas.

En sentido estricto, el Vantablack no es una pintura, sino un material hecho de millones de nanotubos de carbono alineados verticalmente, de entre 14 y 50 micrones de longitud y 20 nanómetros de diámetro (3,500 veces más pequeño que el diámetro de un cabello humano). Los fotones que impactan en este material rebotan entre los nanotubos, como un juego de ping-pong que nunca termina, hasta debilitarse y disiparse en forma de calor.

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Foto: dezeen.com

La primera versión del Vantablack requería cultivar los tubos directamente en la superficie, pero después los creadores de este material, Surrey NanoSystems, lanzaron una versión pulverizable en aerosol que permite crear el mismo efecto con distribuciones aleatorias de nanotubos. Para este proyecto en particular, Khan utilizó una pintura Vantablack Vbx que ya no necesita los nanotubos para disipar la luz y obtener un efecto visual similar.

El uso de este material era restringido, ya que fue creado como tecnología aeroespacial, de misiones y usos militares de defensa, aunque sus características han cautivado a arquitectos y artistas plásticos. Los primeros en hacer uso de este material para fines recreativos fueron Asif Khan y el escultor Anish Kapoor, quienes obtuvieron licencias por parte de los dueños de Vantablack. Hoy en día tiene distintas aplicaciones, sobre todo en arquitectura.

No es la primera vez que el artista inglés ha dejado al mundo sorprendido: en 2014, durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, construyó lo que fue calificado como el “Monte Rushmore de la era digital”: el Mega Faces Pavillion, que combinaba innovación arquitectónica, escultórica y digital, y cuya fachada se transformaba para recrear las caras de los visitantes, esto a través de 11,000 cilindros traslúcidos con luces led que sobresalían de la estructura para actuar como pixeles tridimensionales. Los turistas podían escanear sus rostros en cabinas fotográficas instaladas ahí mismo.

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Foto: iart.ch

Lo mejor de la innovación en tecnología es que hoy en día se puede aplicar a cualquier disciplina, desde la creación de nuevos edificios inteligentes y pensados para el futuro, hasta el entretenimiento, el transporte, la comunicación, la medicina, y todos los sectores privados, públicos o en beneficio de la sociedad en general.